El 46% de los hombres quieren volver a la oficina frente al 30% de las mujeres
Las perspectivas en torno a la rutina de trabajo se han diversificado entre las distintas generaciones después del contexto de pandemia
Un estudio de ManpowerGroup realizado en 8 países ha revelado que los adultos de entre 24 y 38 años prefieren el teletrabajo, mientras que los más jóvenes o “centennials” prefieren trabajar presencialmente. Se trata de una diferente perspectiva generacional sobre el entorno laboral que apunta a una oposición entre la comodidad familiar de quienes ya tienen un trabajo estable y el deseo por socializar y hacer contactos de los más novatos en el sector del trabajo.
El estudio de ManpowerGroup, multinacional líder en estrategia de talento, trata de ofrecer insights sobre el impacto de la Covid-19 en la visión de los profesionales. Entre los factores que determinan la preferencia o no del teletrabajo están la predisposición a coger el transporte público, la flexibilidad para conjugar la vida familiar o la relación con las tecnologías digitales a distancia.
Por otro lado se encuentra la «Generación X» (adultos de entre 40 y 55 años), que muestran una marcada preferencia por el trabajo presencial por considerarlo una herramienta para la eficacia en contraposición con las distracciones y responsabilidades del hogar.
Para los «boomers» (nacidos entre 1946 y 1965), sin embargo, la principal razón para la vuelta al trabajo presencial la necesidad de socializar y colaborar con sus colegas.
Desde una perspectiva de género, hay más hombres que mujeres favorables a la vuelta a la presencialidad (46% de hombres frente a un 30% aproximadamente de mujeres). Especialmente entre las madres, la preocupación por la vuelta a la oficina es mucho mayor; a pesar de que los hombres con hijos afirman que uno de los mayores beneficios del teletrabajo es la ampliación del tiempo que pueden dedicar a la familia.
En general, son tiempos confusos y complicados para las empresas a la hora de trazar una rutina laboral fija; especialmente si la plantilla cuenta con empleados de diversas generaciones e intereses. Por ello, la principal solución apunta a una flexibilización que empatice con las necesidades de los trabajadores y, sobre todo, que ponga la salud como prioridad.
