Nuevos pictogramas, más inclusión y señales adaptadas a una movilidad más sostenible y moderna
Desde hoy, España estrena una nueva generación de señales de tráfico con el objetivo de adaptarse a los cambios sociales, tecnológicos y de movilidad de las últimas dos décadas. La reforma del Reglamento General de Circulación, aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 10 de junio, entra en vigor este martes con una profunda revisión del catálogo de señalización vial, vigente desde 2003.
Entre las novedades más llamativas se encuentran nuevos pictogramas con enfoque de neutralidad de género, alertas específicas como presencia de jabalíes, zonas compartidas entre peatones y ciclistas, y señales que visibilizan a personas con movilidad reducida.
Más inclusión en cada símbolo
Las nuevas señales incorporan representaciones más diversas. La señal P-21a, que indica zona escolar, muestra ahora una figura femenina de mayor tamaño con coleta. Por primera vez, la P-21b advierte del paso de personas con bastón, representando tanto a un hombre como a una mujer. La S-30a, por su parte, representa zonas peatonales con adultos empujando un carrito de bebé, y la S-115 sobre rutas de senderismo actualiza su icono con una pareja mixta equipada con mochilas y bastones.
Nuevos hábitos, nuevas señales
Se introducen nuevos avisos como la señal R-118, que prohíbe el acceso a Vehículos de Movilidad Personal (VMP), o la S-46, que delimita pasos peatonales compartidos con ciclistas. También se redefinen categorías de combustible, zonas de estacionamiento y marcas viales temporales.
Todo ello está diseñado para facilitar la comprensión y mejorar la seguridad en un entorno cada vez más diverso en modos de transporte.
Cambios en la formación y aplicación progresiva
Aunque la reforma ya está en vigor, su implantación será progresiva. Las señales antiguas deberán eliminarse en el plazo máximo de un año y los nuevos diseños se aplicarán solo en instalaciones nuevas o renovadas.
En cuanto a los exámenes teóricos de conducir, los nuevos símbolos no se incluirán de inmediato. Se concede un margen de al menos tres meses para que autoescuelas y editoriales adapten sus materiales y los futuros conductores puedan prepararse adecuadamente.